Siempre nos han gustado las sopas. Entonan, rebosan en colores, pueden sorprender con mil y un sabores y se han convertido en comida de tendencia. Son fáciles de preparar, son sanas, apetitosas y hasta pueden ser elegantes en forma de crema.
Y son un método excelente para incluir la verdura en nuestra dieta.
Os propongo cuatro pequeñas tretas para que siempre resulten apetitosas, cremosas, seductoras y de ninguna manera aburridas. Para degustar en cualquier ocasión.
¿Cómo conseguir la consistencia correcta? ¿Cómo cocinarlas para que sean apetitosas? ¿Cuáles son los consejos que marcan la diferencia? Por si fuera poco, proponemos también combinaciones que funcionan a la perfección e che cambiano.
La buena noticia además es que podéis preparar todo en las encimeras SapienStone sin ninguna preocupación, ya que se mantendrán impecables. Podréis cortar, apoyar recipientes calientes o grasos, y probar.
1. Una consistencia aterciopelada
Si se desea una consistencia lisa y aterciopelada nos hará falta por supuesto una batidora (la clásica o de mano), pero dependiendo de la consistencia deseada hemos de tener en cuenta dos elementos: el agua y los ingredientes usados para amalgamar.
La sopa tiene que ser sedosa pero no debe estar aguada, por lo que hay que calcular bien la cantidad de líquido. Para no romperse la cabeza antes de la cocción, sugiero corregir la cantidad de líquido en el momento de batir: eliminad la mitad del agua de cocción y reservadla. Empezad a batir y si es necesario ir añadiendo el agua de cocción poco a poco hasta lograr la consistencia deseada. Funciona siempre.
b. Los ingredientes mágicos para amalgamar
A parte de la cantidad de agua algunos ingredientes tienen un papel esencial para aportar una consistencia cremosa.
Los agrupamos en tres grandes categorías:
Patata: hay que acordarse de añadir patata en cantidades pequeñas desde el principio de la cocción. Son un ingrediente farináceo y aportarán a la sopa una consistencia más lisa sin que pierda ligereza.
Nata y quesos: al final de la cocción se puede añadir un chorrito de nata (puede ser de coco o soja), o un poco de queso fresco (habrá que reducir ligeramente la cantidad de líquido de la sopa porque también aportan agua). Para ligar la crema, se puede añadir queso curado rallado, como uno de oveja o parmesano.
Legumbres: a veces nos olvidamos de que las legumbres como garbanzos, lentejas o alubias, sobre todo las blancas, contribuyen a que la crema salga más espesa y cremosa. Basta añadirlos ya cocidos hacia el final de la cocción de la sopa y luego batir todo junto.
En este caso podría haber que añadir más agua, ya que las legumbres tienden a absorberla. En cualquier caso el método descrito más arriba (reservar una parte del agua y luego añadirla poco a poco) resultará perfecto para adaptarlo a todas las situaciones.
a. Saltear
Primer truco para aportar más gusto a vuestras sopas: no os limitéis a poner a cocer las verduras en agua, sino que es mejor antes saltearlas con un poco de grasa con cebolla, ajo o chalote, dependiendo de las verduras y de vuestros gustos. A continuación se puede añadir el agua (en general la misma cantidad).
b. Hornear
Podrá pareceros raro pero probad a elaborar sopas con verduras que antes se han asado en el horno (coliflor, setas). ¡Los sabores resultarán aún más exaltados! Una vez asados, es suficiente triturarlas con un poco de caldo y condimentar la crema.
c. No más de dos
En las combinaciones que se os ocurran, procurad no meter demasiadas verduras juntas (personalmente prefiero una o dos), para que se pueda apreciar bien el gusto de cada una y hacerla resaltar…
d. No os olvidéis de la fruta
Aunque pueda sonar extraño, ciertos tipos de fruta combinan de maravilla con las verduras y pueden añadir un toque acidillo o dulce, como cítricos, manzana o pera.
También se puede echar la ralladura de limón o naranja al caldo para añadirlo a una sopa de zanahoria o calabaza, por ejemplo.
a. ¡Qué bien huele!
Un secreto consiste en aromatizar la sopa durante la cocción o al momento de servir: salvia, laurel, perejil, albahaca, romero, cilantro, finas hierbas… Cada verdura tiene su hierba aromática correspondiente, que aportará realmente una nueva dimensión
b. Especias
¿Os apetece una sopa algo exótica y con un toque de sol? Añadid especias como jengibre, curry, comino o cilantro en polvo.
c. Un toque crujiente
Un consejo es utilizar como guarnición para vuestras sopas suaves y cremosas algo crujiente y con sabor.
Por ejemplo, se pueden añadir sencillamente algunas semillas, como pipas de girasol o de calabaza, o frutos secos como almendras, avellanas, pistachos, anacardos… justo antes de servir. Contribuirán a mejorar la presentación, darán más consistencia y aportarán gusto, sin dejar de ser un plato delicado
Si os apetece añadir un toque de sabor más decidido, incluso en contraste, no dudéis en servir vuestras cremas con chips de parmesano. Para prepararlos en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear se distribuye el queso rallado en cucharaditas, aplastándolo para formar pequeños discos que se meten en el horno a 180°C durante 7-8 minutos. O también se pueden preparar chips de jamón, de panceta, de cecina, de lomo, etc… Para prepararlos se ponen lonchas muy finas en una sartén y se dejan tostar unos minutos, justo el tiempo para que se sequen un poco.
4. Cinco ideas para combinaciones de temporada que funcionan
Con calabaza amarilla u otros tipos de calabaza: naranja y curry o setas boletus salteadas y salvia
Con zanahorias: lentejas rojas o garbanzos y jengibre
Con coliflor: gambas o salmón ahumado, o aceitunas o parmesano
Con brécol romanesco: espinacas y gorgonzola
Con patatas: manzana o pera, puerro, queso de cabra a la ceniza, salvia o romero
Edda Onorato - Un déjeuner de soleil
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